miércoles, 10 de octubre de 2007

LAS DISCAPACIDADES SENSORIALES

LAS DISCAPACIDADES SENSORIALES
DEFICIENCIAS VISUALES

ANATOMIA FUNCIONAL DE LA VISIÓN
Como es obvio, la misión fundamental del ojo es ver. Aunque el fenómeno de la visión es ciertamente complejo e intervienen numerosas estructuras, podemos decir, a modo de resumen que consta de:

Un órgano que capta la luz y la transforma en impulsos eléctricos: el OJO.
Un órgano que analiza e interpreta esos impulsos eléctricos y los transforma en una imagen: el CEREBRO.
Unos canales que conducen los impulsos nerviosos desde el ojo al cerebro: las VIAS ÓPTICAS.

La alteración anatómica o funcional de cualquiera de los elementos vistos hasta ahora produce un defecto más o menos grave en el proceso de visión.
Existen múltiples enfermedades y causas que pueden afectar a la visión y que, lógicamente no vamos a describir.

Sólo mencionaremos que, en cualquier caso, sea cual sea la causa que la provoca, el efecto producido sobre nuestra visión puede ser de tres tipos:


Podemos perder nitidez en nuestra visión. Es lo que se conoce como una pérdida de AGUDEZA VISUAL.
Podemos seguir viendo las cosas de forma nítida pero con trozos que no vemos. Esto se llama pérdida de CAMPO VISUAL.
Por último podemos tener afectadas ambas cosas: podemos ver sólo trozos del espacio de delante de nosotros y además, esos trozos los vemos de forma “borrosa”, sin nitidez. Es por tanto una pérdida de CAMPO Y DE AGUDEZA VISUALES.

1. La AGUDEZA VISUAL (AV): es la capacidad que tiene el ojo para percibir los detalles de un objeto.
2. El CAMPO VISUAL (CV): es todo el espacio que el ojo puede percibir simultáneamente sin realizar ningún movimiento (ni de ojos ni del resto del cuerpo).


Existen otras pruebas que el oftalmólogo realiza y que nos permiten hacernos una mejor idea del funcionamiento visual de una persona,
VISIÓN CROMÁTICA
SENSIBILIDAD AL CONTRASTE
TENSIÓN OCULAR
ETC

Caben distinguir tres tipos de niños con discapacidad visual.
El ciego de nacimiento, que no ha dispuesto de visión durante el período sensorio motor.
El ciego tardío, que cuenta con experiencias visuales.
El niño de baja visión, que nunca ha visto con nitidez la realidad que le rodea.

El haber tenido oportunidad de percibir colores, tamaño, forma etc. facilita enormemente la posibilidad de autonomía y aprendizaje, lo que propicia la conducta adaptativa, permitiendo la normalización.

CLASIFICACIÓN DE LA DEFICIENCIA VISUAL:
Se toma exclusivamente la agudeza y el campo visual,
Y en general, se distinguen entre visión parcial, visión escasa, ceguera parcial y ceguera

Visión parcial: cuando la persona afectada muestra dificultades para percibir imágenes con uno o ambos ojos, siendo la iluminación y la distancia adecuadas, necesitando lentes u otros aparatos especiales para normalizar la visión.

Visión escasa: Cuando el resto visual de la persona tan solo le permite ver objetos a escasos centímetros.

Ceguera parcial: cuando el resto visual tan solo permite captar la luz, aunque sin formas, solo bultos y algunos matices de colores.

Ceguera: la agudeza visual es útil cuando supera un tercio de la visión 1/3, de forma que el espacio comprendido entre 1/3 y 1/10 es lo que recibe la denominación de debilidad visual o ambliopía.

Las principales dificultades que suelen presentar los sujetos pacientes de baja visión, son:
Autoimagen alterada.
Deficiencias en el vínculo madre- hijo.
Distorsión en la percepción de la realidad con integración pobre o confusa de la misma, imposibilidad de evitar comportamientos, gestos y juegos,
Problemas en el control del mundo que les rodea,
Ritmo más lento de maduración y desarrollo, particularmente motor,
Trastornos en la atención e hiperactividad y necesidad de una estimulación lo más precoz posible.


3. CAUSAS DE LA DEFICIENCIA VISUAL:

HEREDITARIAS:
CONGÉNITAS:
ADQUIRIDAS ACCIDENTALES:
VÍRICAS- TÓXICAS-TUMORALES:



El trato con las personas con deficiencia visual

Actitud de respeto
Preguntar antes de ofrecer ayuda,
el hecho de que una persona tenga una deficiencia visual no debe llevarnos a suponer que necesita de nuestra ayuda.

No forzar a recibir una ayuda no necesaria,.
La persona puede necesitar ayuda para realizar un cruce, pero no tiene porque “soportarnos” en todo su camino.

Evitar la sobreprotección.
Debemos evitar hacer de “ángel de la guarda”, ir “limpiando la calle” por donde camina la persona o intentar en todo momento “adivinar” lo que necesita.

No generalizar, el comportamiento de una persona con deficiencia visual no tiene porque ser igual al de otra.
Existen muchas diferencias tanto a nivel de funcionamiento autónomo, como de carácter y al igual que la población general, puede ser simpática, antipática, educada, divertida...
Comunicación
Hablar en un tono normal, despacio y claro. No gritar o elevar la voz, las personas con deficiencia visual, en general, oyen perfectamente.
No sustituir el lenguaje verbal por gestos, pues estos, en muchos casos, no podrán ser percibidos por la otra persona.
Ser específico y precisos en el mensaje, a fin de no confundir o saturar a la persona.

No utilizar palabras como “aquí”, “allí”, “esto”, “aquello”.....
Es preferible utilizar términos más orientativos como “a izquierda de la mesa”, “a tu derecha”, “delante de la puerta”, “detrás de ti”.
En ocasiones, puede ser también útil conducir la mano de la persona hacia el objeto e indicarle de lo que se trata.

Utilizar normalmente las palabras “ver”, “mirar”, etc.; no considerarlas como términos tabú pues las propias personas con ceguera y deficiencia visual las utilizan normalmente en sus conversaciones.

Evitar exclamaciones que pueden provocar ansiedad a la persona tales como “¡ay!”, ”¡ay!”, “cuidado”, etc.,
Es preferible emplear una exclamación más informativa, como “alto”, con el fin de evitar que siga avanzando y explicarle después, verbalmente, el peligro o ayudarle para que pueda evitarlo.
Interacción social
Hablar dirigiendo nuestra mirada a su cara.
Dirigirse directamente a la persona con deficiencia visual para saber lo que quiere o desea y no al acompañante.
Utilizar el nombre de la persona, si se conoce, para que tenga claro que nos dirigimos a él.

Presentarse, identificarse con el fin de que la persona sepa con quien se encuentra, por lo que deberemos decirles nuestro nombre e indicarles, si procede, quienes somos o lo que hacemos. Y por supuesto, en caso de conocer a la persona no jugar a las adivinanzas, ¿quién soy?
Para saludar, si la persona no extiende la mano, podemos coger la suya para hacerle saber que queremos saludarle.

Avisar a la persona cuando nos vamos o abandonamos la habitación, de lo contrario puede dirigirse a nosotros pensamos que aún permanecemos con ella. Igualmente, si regresamos es conveniente indicarle nuestra vuelta.
Indicarle si hay otra u otras personas presentes.

Comunicar, si es necesario, que se está haciendo o se va a hacer. “Un momento, estoy llamando al encargado”...
Seguridad y organización del entorno

Mantener un entorno ordenado.
Cuando se conoce la ubicación de las cosas es más fácil encontrarlas y disminuye el riesgo de golpes o choques fortuitos con ellas, y, si se altera, informar de ello.

Para prevenir, además, los golpes o accidentes con objetos es aconsejable seguir las siguientes recomendaciones:


Puertas y ventanas: deberán estar totalmente abiertas o totalmente cerradas.
Sillas: deberán estar colocadas debajo de las mesas o bien pegadas a la pared, nunca dispersar por la habitación.
Armarios o cajones: las puertas de los armarios deberán igualmente estar cerradas, al igual que los cajones.
Contraste: las personas con resto visual, se pueden beneficiar, además, si al ofrecerles las cosas o indicarles su situación, utilizamos fondos que presenten un gran contraste con ellos.

LAS DISCAPACIDADES SENSORIALES
DEFICIENCIAS AUDITIVAS


Consideramos las deficiencias auditivas como aquellas alteraciones cuantitativas en una correcta percepción de la audición.
  El lenguaje permite a los seres humanos la comunicación; es la principal vía por la que los niños aprenden y desempeña un papel central en el pensamiento y el conocimiento.

Normalmente, las ondas sonoras atraviesan el oído externo hasta llegar al tímpano, que inicia su vibración y pone en movimiento la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo).

Estos huesecillos transfieren la energía al oído interno, en donde los fluidos que se encuentran en su interior entran en movimiento, provocando que las células ciliadas ( del caracol) transformen estas vibraciones en impulsos eléctricos, que se transmiten a través de las fibras nerviosas auditivas al cerebro.

Términos:

  Hipoacusia: disminución de la capacidad auditiva que permite adquirir el lenguaje oral por la vía auditiva.

Cofosis (sordera): pérdida total de la audición y el lenguaje se adquiere por la vía visual.

* El diagnóstico precoz y la rehabilitación adecuada previenen la consecuencia más importante de la Hipoacusia infantil, crecer sin un lenguaje.

Clasificación

Según parte del oído afectada

Hipoacusia de transmisión:
La zona alterada es la encargada de la transmisión de la onda sonora. La causa se sitúa en el oído externo o medio, también las producidas por lesión de la trompa de Eustaquio, que es un conducto que une el oído medio con la rinofaringe.
La mayoría de los niños con HC tienen una deficiencia leve que suele ser temporal porque en la mayoría de los casos se puede tratar médicamente.
Neurosensorial:
En el oído interno y/o en la vía auditiva. Se llama también Hipoacusia de percepción y la causa radica en el oído interno o estructuras centrales (nervio auditivo, etc.).
Los sonidos graves los oyen relativamente bien y en algunas ocasiones y bajo determinadas circunstancias  pueden mantener una conversación.
(*Cualquier sordera superior a 60 dB indica una pérdida neurosensorial pura o mixta. )


Dependiendo del grado de deficiencia, un niño puede ser capaz de oír la mayoría de los sonidos (aunque más apagados), solamente algunos sonidos o ningún sonido en absoluto.
Las deficiencias auditivas sensoriales casi siempre son permanentes y pueden influir negativamente sobre el habla del niño.

Según la causa
Hereditarias, genéticas y adquiridas
  Prenatales: enfermedades de la madre durante el embarazo pueden ser causa de Hipoacusia en el niño, sobre todo si se dan entre la 7 y la 10ª semana. Entre las más graves nos encontramos con la rubeola, sarampión, varicela, alcoholismo, etc.
Neonatales: Traumatismo durante el parto, anoxia neonatal (falta de oxígeno), prematuridad, ictericia (aumento de la bilirrubina en la sangre por incompatibilidad Rh)
Postnatales: otitis y sus secuelas, fracturas del oído, afecciones del oído interno y nervio auditivo, intoxicaciones por antibiótico, meningitis y encefalitis, tumores, etc.

Según el momento de aparición
Prelocutivas: se adquieren antes que el lenguaje.
Postlocutivas: se adquieren después del lenguaje y son de mejor pronóstico.

Según intensidad
Leves: pérdida inferior a 40 decibelios.
Moderadas: de 40 a 70 decibelios.
Severas: superior a 70 decibelios. Conforme a la Seguridad Social se considera una persona sorda a partir de 75 decibelios.
Sordera o Cofosis: no se oye.

Para saber más
http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Discapacidades/Deficiencias%20Auditivas/Descripcion%20Deficiencia%20Auditiva/Paginas/Descripcion.aspx
http://www.kidshealth.org/kid/en_espanol/cuerpo/hearing_impairment_esp.html

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